LA MAYOR INUNDACIÓN DE LA TIERRA FORMÓ EL MEDITERRÁNEO
Fuente: El Mundo. Miguel G. Corral Madrid
Que el Mediterráneo quedó aislado del océano Atlántico hace casi seis millones de años es algo que ya se sabía. Y también que la evaporación provocó que el nivel del agua estuviese más de 1.000 metros por debajo del actual. Los científicos no se ponen de acuerdo con respecto a los motivos que llevaron tanto a su aislamiento como a su posterior rellenado, pero también es sabido que el agua que lo dejó tal y como lo conocemos en la actualidad procedía del océano Atlántico. Sin embargo, hasta la aparición de un trabajo realizado por españoles y publicado en la revista ‘Nature’, la Ciencia desconocía que el evento de llenado del mar Mediterráneo hace 5,3 millones de años produjo la mayor inundación de la que se tiene conocimiento en la Historia de la Tierra.
Final del Mioceno, hace casi seis millones de años. El Mediterráneo es un inmenso desierto salpicado por lagos salinos cuyo nivel de agua está entre 1.500 y 2.700 metros por debajo de la superficie del actual mar. Un escenario muy diferente del actual. Un evento geológico aún desconocido abre una pequeña vía de agua en el actual estrecho de Gibraltar, que era una barrera natural que impedía el paso de agua, y el océano Atlántico comienza a penetrar en la cuenca del actual mar Mediterráneo.
La erosión hace el resto del trabajo y en poco tiempo (geológico) el paso de agua tiene tal tamaño que consigue que el 90% del agua que tiene en la actualidad el ‘Mare Nostrum’ entrara por el estrecho en menos de dos años. Lo que supone un caudal de agua unas 1.500 veces superior al del río Amazonas.
Movimiento geológico
“No conocemos exactamente el proceso que aisló el Mediterráneo permitiendo que se evaporase ni el que puso en contacto el agua del Atlántico con la cuenca del Mediterráneo, pero ambos procesos tienen orígenes similares“, asegura Daniel García-Castellanos, científico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera de Barcelona, dependiente del CSIC, y principal autor del trabajo. “Aun así parece claro que el origen de ambos es el movimiento de placas tectónicas bajo el estrecho”.
Hasta ahora se pensaba que este mar había tardado en llenarse de 10 a 10.000 años y que la entrada de agua fue similar a una gran cascada. Esta nueva investigación revela que la mayor parte del llenado ocurrió en un periodo de hasta dos años y que, más que un salto de agua, ésta discurría de forma gradual por una rampa de varios kilómetros de ancho y cuya pendiente sería de alrededor del 4%.
A pesar de esta aparentemente tranquila entrada de agua, durante los momentos de mayor entrada de agua, el nivel del mar llegó a ascender a un ritmo de 10 metros diarios. Esta inundación que reconectó el Atlántico con el Mediterráneo provocó en el fondo marino una erosión de cerca de 200 kilómetros de longitud y varios kilómetros de anchura.
“Ya se sabía que el Mediterráneo se había formado por la entrada de agua del Atlántico”, dice Manel Fernández, coautor de la investigación y director del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera. “Pero lo que sostiene nuestro trabajo es que la inundación fue mucho más abrupta de lo que se pensaba hasta ahora”.
Fuente: El Mundo. Miguel G. Corral Madrid
Que el Mediterráneo quedó aislado del océano Atlántico hace casi seis millones de años es algo que ya se sabía. Y también que la evaporación provocó que el nivel del agua estuviese más de 1.000 metros por debajo del actual. Los científicos no se ponen de acuerdo con respecto a los motivos que llevaron tanto a su aislamiento como a su posterior rellenado, pero también es sabido que el agua que lo dejó tal y como lo conocemos en la actualidad procedía del océano Atlántico. Sin embargo, hasta la aparición de un trabajo realizado por españoles y publicado en la revista ‘Nature’, la Ciencia desconocía que el evento de llenado del mar Mediterráneo hace 5,3 millones de años produjo la mayor inundación de la que se tiene conocimiento en la Historia de la Tierra.
Final del Mioceno, hace casi seis millones de años. El Mediterráneo es un inmenso desierto salpicado por lagos salinos cuyo nivel de agua está entre 1.500 y 2.700 metros por debajo de la superficie del actual mar. Un escenario muy diferente del actual. Un evento geológico aún desconocido abre una pequeña vía de agua en el actual estrecho de Gibraltar, que era una barrera natural que impedía el paso de agua, y el océano Atlántico comienza a penetrar en la cuenca del actual mar Mediterráneo.
La erosión hace el resto del trabajo y en poco tiempo (geológico) el paso de agua tiene tal tamaño que consigue que el 90% del agua que tiene en la actualidad el ‘Mare Nostrum’ entrara por el estrecho en menos de dos años. Lo que supone un caudal de agua unas 1.500 veces superior al del río Amazonas.
Movimiento geológico
“No conocemos exactamente el proceso que aisló el Mediterráneo permitiendo que se evaporase ni el que puso en contacto el agua del Atlántico con la cuenca del Mediterráneo, pero ambos procesos tienen orígenes similares“, asegura Daniel García-Castellanos, científico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera de Barcelona, dependiente del CSIC, y principal autor del trabajo. “Aun así parece claro que el origen de ambos es el movimiento de placas tectónicas bajo el estrecho”.
Hasta ahora se pensaba que este mar había tardado en llenarse de 10 a 10.000 años y que la entrada de agua fue similar a una gran cascada. Esta nueva investigación revela que la mayor parte del llenado ocurrió en un periodo de hasta dos años y que, más que un salto de agua, ésta discurría de forma gradual por una rampa de varios kilómetros de ancho y cuya pendiente sería de alrededor del 4%.
A pesar de esta aparentemente tranquila entrada de agua, durante los momentos de mayor entrada de agua, el nivel del mar llegó a ascender a un ritmo de 10 metros diarios. Esta inundación que reconectó el Atlántico con el Mediterráneo provocó en el fondo marino una erosión de cerca de 200 kilómetros de longitud y varios kilómetros de anchura.
“Ya se sabía que el Mediterráneo se había formado por la entrada de agua del Atlántico”, dice Manel Fernández, coautor de la investigación y director del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera. “Pero lo que sostiene nuestro trabajo es que la inundación fue mucho más abrupta de lo que se pensaba hasta ahora”.